Ya era de noche, Valentín pensaba en que al otro día tenía que ir al médico, le decía a su madre:- ¡Má, por favor no quiero ir! ¡Me da miedo! La madre le contestó: Hijo, es por qu salud, ¿Qué querés, enfermarte? Él enojado, se dió media vuelta y se encerró en su habitación. Se quedó pensando y comprendió que todo era por su bienestar, que el doctor lo iba a ayudar con su salud, que no tenía por que temerle. Al otro día, muy contento, se levantó; se cambió y gritó: ¡Má estoy listo! ¡Vayamos al médico! La madre sorprendida por el cambio de opinión de su hijo lo lleva. Valentín comprendió que no tenía miedo, él no fue nunca más por obligación, si no que cada vez que se sentía mal, le pedía a su madre ir por su cuenta.
Camila Belén R. y María Florencia R. P. 1º Año A
Dios
Hace 16 años
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